OPINIÓN EXPERTA: Dr.David BOUAZIZ
El Dr. David BOUAZIZ es licenciado en medicina vascular y estética. Ejerce desde 2009 en Niza (Francia) y ofrece el diagnóstico y el tratamiento de distintos tipos de enfermedades arteriales y venosas, linfedemas, lipedema, celulitis y tratamientos de estética contra el envejecimiento de la piel del rostro y de las manos. Es colaborador experto de la revista Anti-Aeging (sobre bienestar y estética clínicos) y autor de múltiples artículos sobre terapias combinadas. Es miembro del Comité de Investigación Científica Internacional (COSIRE) de LPG Systems.
Desde 2014 combina los tratamientos endermologie® con su práctica actual:
■ Inyección de producto esclerosante, láser vascular y drenaje linfático con el dispositivo médico CELLU M6®; ■ Mesolifts, peelings, inyecciones de ácido hialurónico combinadas con sesiones faciales con el dispositivo médico CELLU M6®.
LA INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA MODERADA REPRESENTA EL 60 % DE LA ACTIVIDAD La insuficiencia venosa crónica es una patología muy extendida entre la población adulta que afecta a la calidad de vida de quienes la padecen. En la mayoría de los casos, esta enfermedad se debe a la disfunción de las válvulas en las venas que ayudan al retorno venoso (el flujo sanguíneo que regresa al corazón). En Francia, más de 22 millones de adultos padecen insuficiencia venosa (el 57 % de las mujeres y el 26 % de los hombres sufren alguna enfermedad venosa). Las mujeres acuden al especialista por primera vez por el malestar estético, mientras que los hombres lo hacen mucho más tarde, cuando han pasado a la fase de vena varicosa.
Los SÍNTOMAS CLÍNICOS más habituales de la insuficiencia venosa crónica son: ■ Pesadez, dolores ■ Rampas ■ Hormigueo ■ Picor ■ Edema en el tobillo ■ Malestar estético
Estos síntomas deberían ser una señal de alarma, sobre todo cuando concurren factores de riesgo como la edad avanzada, un historial de trombosis venosa profunda, presión arterial alta o el uso de anticonceptivos orales. Si no se trata, la insuficiencia venosa crónica empeora con el tiempo y puede presentar complicaciones (úlceras, flebitis e incluso embolias).
NORMAS PARA UNA VIDA SANA
En primer lugar, hay que seguir una serie de pautas: ■ Evitar cualquier tipo de calor (exposición al sol prolongada, calefacción por suelo radiante, saunas y salas de vapor) y aplicarse duchas de agua fría en las piernas una o dos veces al día.
■ Hacer deporte periódicamente. Caminar rápido y nadar son las actividades más recomendables.
■ Evitar sentarse o estar de pie demasiado tiempo.
■ Llevar calzado con una suela de entre 4 y 5 cm. No se recomiendan ni los zapatos totalmente planos ni los tacones altos.
■ Dormir con las piernas elevadas colocando dos diccionarios grandes bajo el colchón, en lugar de cojines que se derrumban fácilmente.
■ Llevar medias de compresión que ejercen una presión activa sobre la piel y el tejido subyacente (calcetines, medias o mallas de compresión). En este ámbito se han constatado grandes avances. En primer lugar, son más finas y cómodas, y estéticamente están al nivel de las medias convencionales, así que son más fáciles de aceptar y llevar. En la mayoría de los cuadros clínicos se recomienda la compresión de clase 2. El uso habitual de medias de compresión retarda e incluso previene la presencia de complicaciones. Son un elemento clave en cualquier tratamiento flebológico. Hay que cambiarlas cada seis meses; de lo contrario, pierden su efectividad. Las medias hasta la rodilla son igual de eficaces que las medias largas o las mallas. Incluso las personas sin insuficiencia deberían llevarlas en viajes largos.
FUENTES: – https://phlebologue-nice.com/ • Patel SK., Surowiec SM. Venous Insufficiency. 20 Nov. 2020 En: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; enero de 2020. PMID: 28613694.
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