PROF. C. HAUSSWIRTH, PHD,
FUNDADOR Y CONSEJERO DELEGADO DEL BESCORED INSTITUTE, SOPHIA ANTÍPOLIS (FRANCIA)


El poder restaurador del masaje es algo innegable: reduce el dolor, la depresión, la ansiedad y el estrés, al mismo tiempo que refuerza nuestro sistema inmunitario. Todo esto revierte en nuestro bienestar mental y físico. El dolor afecta a nuestra vida y a la calidad con la que la vivimos. Se sabe que el masaje ayuda a mitigar el dolor al incrementar el flujo sanguíneo, aliviando los parámetros de inflamación y reduciendo la tensión muscular general (Hausswirth y Mujika, 2013).

Está demostrado que las personas que padecen de un alto nivel de estrés son más propensas a las lesiones y las enfermedades. Asimismo, se ha documentado ampliamente que el masaje ayuda a reducir el estrés (Fateme et al. 2015).

El estrés se caracteriza por aumentar la frecuencia cardíaca e incrementar los niveles de cortisol —la hormona del estrés— que inhibe la pérdida de peso, aumenta la presión sanguínea y ocasiona dolor de cabeza, problemas digestivos, alteraciones del sueño, cardiopatías, problemas de memoria y concentración, entre muchos otros. Todo esto afecta a nuestro sistema inmunitario y nos hace especialmente vulnerables a las infecciones.

Es en este contexto que, actualmente, se debate el impacto del masaje para reforzar nuestra inmunidad innata y adquirida. El postulado subyacente es que el masaje aumenta la actividad de los glóbulos blancos, que ayudan a nuestro organismo a combatir las enfermedades y que pueden inducir la reducción de los niveles de cortisol (Field et al., 2005).

EL MASAJE NOS AYUDA

A COMBATIR MEJOR

LAS ENFERMEDADES

Un estudio (Poland et al., 2013) sugiere que el masaje periódico aumenta de forma natural la capacidad de un sistema inmunitario sano a destruir determinados tipos de células, al mismo tiempo que se reduce el número de células-T, a fin de mejorar el funcionamiento inmunitario general del organismo. En dicho estudio, 20 hombres positivos en VIH recibieron un masaje de 45 minutos cinco veces por semana durante un mes. Los participantes presentaron un aumento tanto de la serotonina como de las células que conforman la defensa inicial del sistema inmunitario para combatir infecciones y enfermedades.

VENTAJAS EN EL SISTEMA

INMUNITARIO PARA

EMBARAZADAS

Además de la liberación de la serotonina, otros estudios han demostrado las ventajas del masaje para el sistema inmunitario en 52 mujeres embarazadas. Se dividió a las mujeres en dos grupos: el primer grupo recibió un masaje de 70 minutos con aceite esencial de lavanda del 2 % cada 15 días, mientras que el segundo grupo no recibió ningún masaje. Los investigadores observaron que el grupo que recibió masajes con aceite esencial presentaba una disminución considerable de los niveles de cortisol, así como una mejora en los niveles de otros marcadores inmunitarios. Según los investigadores, este estudio aporta evidencias de que el masaje podría reducir considerablemente el estrés y mejorar el funcionamiento inmunitario de mujeres embarazadas. Estos resultados pueden ayudar a facultativos y matronas a aplicar la técnica del masaje a las mujeres durante su embarazo.

CON UNA SOLA SESIÓN

YA SE ESTIMULA

EL FUNCIONAMIENTO

INMUNITARIO

Por último, cabe plantearse la pregunta de cuántos masajes son necesarios para notar sus ventajas. ¿El número de sesiones repercute en nuestro sistema inmunitario? Un estudio ha demostrado que las personas que reciben una sesión también experimentan cambios importantes en sus respuestas inmunitarias y endocrinas. Un grupo de investigadores comparó los efectos de una sesión de masaje sueco de 45 minutos y un effleurage de la misma duración (Rapapport et al., 2010). Se obtuvieron muestras sanguíneas en distintos intervalos antes y después de cada sesión, y los investigadores observaron que las personas que recibieron un masaje sueco experimentaron cambios significativos en los linfocitos (los glóbulos blancos), que tienen un papel importante en el sistema inmunitario que nos protege de las enfermedades. Asimismo, el grupo que recibió masaje sueco presentó un descenso en los niveles de arginina-vasopresina, la hormona asociada a los niveles altos de cortisol —la hormona del estrés—, y un descenso de las citocinas inflamatorias, producidas por glóbulos blancos que combaten una infección.

EN CONCLUSIÓN…

Estos datos apuntan a que el masaje no solamente nos aporta bienestar, sino que es positivo para nuestro estado de salud en general. Si bien se requiere más investigación, parece que una sola sesión de masaje puede aportar unos beneficios medibles y duraderos. A la luz de estos datos, el uso de distintas técnicas de masaje (por ejemplo, el masaje mecanizado) podría considerarse como un impulsor de nuestras defensas inmunitarias a la par que nos permiten combatir el estrés y conseguir un sueño más reposado.


FUENTES:
• Field T., Maria Hernandez-Reif, Miguel Diego, Saul Schanberg, Cynthia Kuhn. Cortisol decreases and serotonin and dopamine increase following massage therapy. Int J Neurosci. 2005 Oct;115(10):1397-413.
• HausswirthC and Mujika I. Recovery for performance in Sport. Human Kinetics, 2013.
• Poland RE, Gertsik L, Favreau JT, Smith SI, Mirocha JM, Rao U, Daar ES. Open-label, randomized, parallelgroup controlled clinical trial of massage for treatment of depression in HIV-infected subjects. J Altern Complement Med. 2013 Apr;19(4):334-40.
• Fateme N., Mojtaba M. and Hojatollah Y. The effect of massage therapy on occupational stress of Intensive Care Unit nurses. Iran J Nurs Midwifery Res. 2015 Jul-Aug; 20(4): 508–515.
• Rapaport MH, Schettler P, Breese C. A preliminary study of the effects of a single session of Swedish massage on hypothalamic-pituitary-adrenal and immune function in normal individuals. J Altern Complement Med. 2010 Oct;16(10):1079-88.

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